PARTE
II
“LA
ESCUELA DE PINOCHO”
Por
Abigail Truchsess
¿La escuela prepara a los niños para la vida?

Él cambia su libro “Abecedario” que le había
comprado Geppetto con mucho sacrificio, vendiendo su único abrigo, por monedas
para pagar la entrada al teatro.
Así, mientras Geppeto tiembla de frío en su casa,
Pinocho ríe a carcajadas viendo una comedia.
En sus aventuras, la vida
siempre atrapa a Pinocho, es el dolor quien termina dándole la lección.
¿Es la escuela de hoy formadora de hombres y
mujeres pensantes o adormece las mentes para mantener el statu quo?
Pinocho dice: “Verdaderamente, nosotros los chicos somos muy desgraciados,
todos nos chillan, todos nos reprenden, todos nos dan consejos. Si los
dejáramos, a todos se les metería ser nuestros padres y maestros”.
Pinocho no deja de tener
razón, el favoritismo y la discriminación siguen siendo prácticas comunes en la
escuela básica del país, sobre todo en los colegios privados y se los digo por
experiencia propia. Basta escuchar a
más de un alumno que aconseja al otro diciendo: “A ella tienes que jalarle mecate para pasar”… La memorización, el famoso caletre, es otra
práctica frecuente. Si el alumno se sabe de memoria la lección, pasa la materia
y cuando llega a quinto año de bachillerato, los padres deben pagar un curso
propedéutico que los enseñe a pensar para aprobar los exámenes y entrar a la
universidad.
¿Forma consumidores o forma activadores de
cultura?

“¿Y si en vez de cinco mil encontrase cien mil monedas? Me convertiría en un gran señor… Quisiera tener un magnífico palacio, mil caballitos de madrera y mil caballerizas para poder jugar, una bodega de bombones, una repostería llena con toda clase de vinos; tortas, bizcochos, almendrados y pasteles con nata”.
No son acaso las grandes
mansiones hollywoodenses, los celulares de alta tecnología, los carros últimos
modelos, las drogas el sexo y el alcohol el equivalente a este paraíso de
bombones.
¿Sigue siendo la escuela en la actualidad, la escuela de Pinocho?
Si, definitivamente
sí y
me refiero específicamente a Venezuela.
Esta historia continuará…
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